La búsqueda de frescura no es un asunto nuevo. Durante siglos, las personas en todas partes del planeta han estado luchando contra las bacterias que causan el mal aliento. Desde el Talmud y hasta en las obras de Shakespeare, las referencias al mal aliento son frecuentes y a veces incluso espeluznantes. Entonces, ¿qué hacían nuestros ancestros para mantener sus bocas frescas? Viajemos al pasado.