Cuando examinamos la historia humana, pocas plantas han influenciado tantas generaciones como la marihuana. Con vínculos a la navegación antigua, la época colonial en Estados Unidos, telas en la Segunda Guerra Mundial, diademas estupendas, el jazz, películas, carteles de droga, tratamientos para la epilepsia y alivio del dolor (por mencionar solo algunos), es probable que con solo decir la palabra "marihuana", comience una discusión. Pero debido a cambios recientes en las leyes, el uso de marihuana en los Estados Unidos ya no es el tabú que era. 

La marihuana es un nombre común para el cannabis, un género de plantas florales de la familia Cannabácea que ha sido cultivada por los humanos durante casi 5,000 años con una variedad de propósitos. También se conoce como cáñamo, pasto, hash o hierba—es legal para el uso recreacional de adultos en 11 estados y para uso medicinal en 33 estados. De acuerdo con una encuesta nacional, uno en siete adultos en Estados Unidos informaron haber usado marihuana en el 2017. Aunque se consume de muchas formas tanto internamente como externamente, el método más común de consumo es fumándola. 

Las formas alternativas de consumir marihuana también podrían causar problemas bucales. Algunas personas la consumen en vaporizadores, tés o comiéndola en alimentos como brownies u ositos de goma. Más allá de los efectos de la marihuana como tal, algunos productos comestibles pueden exponer sus dientes secos, a azúcar adicional y promover la caries dental. Aun más, el consumo y vapeo de productos de marihuana obtenidos de un vendedor sin la licencia correspondiente, podrían contener aditivos dañinos no aprobados por la Administración Federal de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), como acetato de vitamina E, e incluso butano.