Desde el comienzo de la pandemia por coronavirus (COVID-19) en marzo, el interés en la teleodontología ha ido en aumento en EE. UU. La teleodontología, una consulta dental virtual a través de un teléfono celular o una computadora, es una manera rápida y conveniente de consultar al dentista sobre sus inquietudes sin necesidad de salir de casa.

La teleodontología puede ayudar a cualquier persona a obtener acceso rápido y seguro a un dentista, pero estos servicios son especialmente útiles para las comunidades que enfrentan dificultades para acceder a la atención médica.

Algunas de las personas que tienen dificultades para ir al consultorio del dentista son aquellas que tienen movilidad limitada. Los problemas de movilidad pueden afectar a personas mayores, mujeres embarazadas o personas con problemas de salud a quienes se les complica trasladarse. Las herramientas como las sillas de ruedas o los andadores pueden ayudar, pero no todas las personas tienen acceso a ellas, e incluso si lo tienen, muchos edificios y opciones de transporte no son accesibles para los usuarios en sillas de ruedas. La teleodontología es una alternativa a las consultas en persona que puede ser más asequible y menos compleja para los pacientes.

Las comunidades rurales tienen menos dentistas que las comunidades urbanas y tienen mayores índices de pobreza. Para las personas que viven en áreas rurales, ir al dentista puede ser difícil por diversos motivos. La falta de acceso al transporte público significa que probablemente sea necesario desplazarse en automóvil, y los tiempos de traslado pueden ser largos. Alguien que no tenga acceso a un automóvil, que no pueda pagar la gasolina o que no pueda ausentarse del trabajo probablemente no irá al dentista. La teleodontología ayuda al permitir que los pacientes reciban atención de manera asincrónica, lo que significa que los pacientes capturan la información por sí mismos y luego la envían a sus dentistas para que estos la revisen más tarde. Este tipo de atención suele tardar unos 15 minutos y no requiere herramientas especiales.

Las barreras en cuanto al software son mucho más amplias, pero un problema potencial importante se relaciona con el cumplimiento de la Ley de Portabilidad y Responsabilidad de los Seguros de Salud de 1996 (HIPAA, por sus siglas en inglés). La HIPAA es una ley federal que protege la información confidencial del paciente para que no se comparta sin el consentimiento de este. Para garantizar la seguridad de la información del paciente, es necesario implementar procesos y medidas de seguridad adicionales en las empresas de software con el fin de asegurarse de que nadie tenga acceso a su información. El Centro de Políticas de Salud Conectadas (Center for Connected Health Policy) reconoce que es posible que algunas empresas no estén creando software ni medidas internas para asegurarse de que la información privada esté protegida.

También existen limitaciones en relación con lo que la teleodontología es capaz de hacer de forma virtual. Los dentistas no pueden colocar empastes en las caries ni reemplazar coronas de forma virtual. Los pacientes que necesitan un procedimiento dental importante aún deben ir al consultorio, pero la teleodontología puede ser el primer paso para identificar la necesidad para un procedimiento dental en persona. En una consulta virtual, los dentistas también pueden proporcionar información a los pacientes acerca del cuidado preventivo, así como recetarles un alivio temporal para el dolor dental.

A pesar de los desafíos a los que se enfrenta actualmente la teleodontología, es probable que se mantenga vigente. Los dentistas que trabajan en la teleodontología creen que su popularidad solo continuará creciendo, debido a su conveniencia y su potencial para ser más asequible. La teleodontología ofrece conveniencia y beneficios de ahorro de costos. También es muy eficaz para reducir, de forma general, la propagación de infecciones, y eso siempre será beneficioso para las personas con un sistema inmunológico debilitado o con otros tipos de riesgos.